1. Aprovechar mejor los alimentos

El derroche alimentario es un problema mundial. Se estima que se podría alimentar a todas las personas que pasan hambre en el mundo con la comida que tiramos.

Desde nuestros hogares podemos contribuir de forma creativa a evitar este despilfarro de recursos y reducir el gasto innecesario para la economía doméstica. Por ejemplo, puedes planificar tu menú semanal para comprar lo que realmente vas a necesitar y prevenir que los alimentos se estropeen.

También proliferan en Internet las recetas con restos, para que no acaben en el cubo de la basura, así como iniciativas imaginativas como esta app para adquirir alimentos sobrantes de tiendas.

2. Servilletas “para toda la vida”

¿En qué momento pasamos a usar servilletas de un solo uso para todo?

Podemos recuperar las servilletas de tela, las de toda la vida, mucho más bonitas y suaves y con mucho menor impacto ambiental en su producción y por su reutilización. Al adquirirlas, el gasto inicial es superior al de las desechables, pero con unos cuidados mínimos no las tendremos que cambiar durante años

La relación entre precio y ética

Ahorrar, cuando resulta posible, nos da un respiro para el presente y el futuro. Pero no supone necesariamente elegir siempre lo más barato, que muchas veces no es lo más ético en cuanto a condiciones de producción o impacto en el entorno.

Como compartíamos en una reflexión previa, nos quedaríamos con la definición de consumo responsable que aporta la ONG Ecodes, que no implica gastar más en total: “Es la elección de los productos no solo por su calidad y precio, sino también por su impacto ambiental y social. También es consumo responsable consumir menos, solo lo necesario, y estar atentos a cómo nos influye la publicidad”.

3. Considerar la copa menstrual

Una copa menstrual tiene un coste aproximado de entre 20 y 30 euros, pero una duración de unos 10 años. ¿Cuánto dinero supone comprar tampones y compresas durante ese tiempo? Además, en materia de impacto ambiental, se calcula que cada año se desechan unos 100.000 millones de productos de higiene menstrual en todo el mundo.

Por otro lado, los materiales con los que se fabrican las copas menstruales son hipoalergénicos y simplemente recogen la menstruación, de forma más respetuosa con la flora vaginal. Se trata de una opción muy personal, pero quizá te inspire el artículo que dedicamos a esta cuestión.

4. Envases reutilizables

Con el uso de botellas reutilizables para el agua también podemos contribuir a reducir los residuos que generamos, más aún si bebemos agua del grifo, cuyo consumo es  seguro en todo el territorio nacional.

Además, si adquieres una botella de materiales como acero inoxidable o vidrio, aunque suelen ser más caras de entrada, ahorrarás a largo plazo por su duración.

5. Ahorro de energía y agua en casa

En nuestros hogares podemos aplicar muchas pequeñas acciones que favorecen el ahorro económico y el ambiental. Son conocidas pero, por descuido o falta de tiempo, no siempre las ponemos en marcha.

Por ejemplo, cambiar las bombillas tradicionales por led, desenchufar los aparatos eléctricos cuando no los utilizamos (o emplear regletas con interruptor), lavar la ropa a baja temperatura, ducharse en lugar de bañarse o asegurarse de apagar siempre las luces que no sean necesarias.

6. Caminar, bicicleta o transporte público

La mejor opción de movilidad siempre que la distancia lo permita es caminar. Además de ser gratis, resulta beneficioso para la salud y no perjudica nuestro entorno.

Para trayectos más largos, el coste de utilizar una bicicleta o el transporte público es globalmente inferior al de otros vehículos que contaminan más y provocan congestión urbana.

Aparte de ahorrarnos agravar más la emergencia climática, evitaremos el uso excesivo de recursos asociados con la producción de automóviles e incluso contribuiremos a reducir el gasto sanitario vinculado a la contaminación.

7. De la moda rápida a la duradera

La moda sostenible se caracteriza por poner el foco en la calidad de las prendas, el bienestar de todas las personas implicadas en su creación y en el cuidado del planeta.

Además, si eliges ropa sostenible, con certificaciones de comercio justo y ecológicas, también eliges prendas que van a durar mucho en tu armario y, a medio plazo, lograrás un ahorro para tu bolsillo.

Ir más lejos

En Triodos Bank creemos que es hora de reiniciar la economía y que las instituciones, empresas y personas debemos emprender cambios para asegurar un futuro digno.

No siempre es necesario un esfuerzo mayor, sino replantearse cómo hacemos las cosas.

Si quieres saber más y contribuir, infórmate sobre nuestra opción.