Con septiembre llega el fin de las vacaciones, el regreso a la rutina, la vuelta a todos esos propósitos marcados a principios del año… y un importante pico de consumo. Según la Asociación Española de Consumidores, la vuelta al cole en 2024 supuso un gasto mínimo de 533 euros por estudiante, un 11% más que el año anterior.
Libros, material escolar, ropa y calzado, mochilas… y muchos otros artículos suman una larga lista de gastos que comprometen la economía de las familias, a la vez que dejan un importante rastro medioambiental. Para revertir esta tendencia, os traemos diez ideas prácticas que harán de la vuelta a la rutina un período más sostenible: desde planificar los materiales necesarios hasta comprar y vender los libros de texto.
10 ideas clave para una vuelta al cole más sostenible
Una vuelta al cole sostenible no significa transformar por completo todos los hábitos de compra ni reducir al máximo la inversión prevista, sino centrarse en consumir de manera más consciente. Esto implica tomar decisiones que ayuden a reducir el impacto económico y ambiental que tiene el modelo escolar actual.
Aunque la educación sea el objetivo principal, su huella ecológica va mucho más allá: consumo excesivo de papel y plásticos, elevado uso de agua, generación de residuos, emisiones derivadas del transporte y un alto consumo energético.
Estas son algunas alternativas sostenibles y fáciles de adoptar:
Comprar solo lo necesario: planificar con antelación y revisar los materiales que ya tenemos en casa ayuda a evitar compras impulsivas y pequeños gastos que, sumados, pueden convertirse en un importante desembolso. La prisa y la mala organización no son buenas consejeras y en casa siempre podemos encontrar libretas con páginas en blanco, lápices que todavía escriben, mochilas que con un buen lavado vuelvan a estar como nuevas, estuches que solo necesitan un arreglo, etc.
Aprovechar las rebajas y promociones de manera responsable: los períodos de descuentos permiten adquirir los materiales ya planificados a precios más asequibles. Sin embargo, es importante revisar la composición de los diferentes productos, ya que muchas veces los más rebajados no son los más sostenibles.
Elegir productos sostenibles y ecológicos: las libretas de papel reciclado, bolígrafos recargables, lápices de madera certificada, mochilas fabricadas a partir de envases reciclados o ropa respetuosa con el medioambiente son ejemplos de opciones que reducen la huella ambiental.
Reutilizar, intercambiar y aprovechar en vez de comprar: no siempre es necesario estrenar; también se puede dar una segunda vida a los objetos, la ropa y el calzado. Alargar la durabilidad de las sudaderas y zapatillas, y considerar utilizar prendas heredadas de familiares es una buena opción. ¿Quién no ha vestido con alguna prenda de su hermana/o o prima/o mayor alguna vez?
Recurrir a los libros de segunda mano (e incluso a los uniformes): los libros escolares se utilizan solo durante un curso, un período de tiempo demasiado breve para los recursos que requieren. Por ello, cada vez más familias optan por la compra de segunda mano. Existen numerosas plataformas y tiendas especializadas, y también resulta muy útil el intercambio a nivel escolar. De hecho, muchos centros educativos ya impulsan mercadillos de libros y uniformes reutilizados, una alternativa práctica y económica. Como señala Nerea Triguero, madre que recurre a estas iniciativas: “Se nota muchísimo ahorro con este sistema. El curso pasado probablemente me gasté una quinta parte de lo que me habría gastado comprándolo nuevo en la tienda del colegio”. Hoy en día incluso algunas Comunidades Autónomas organizan la reutilización de libros a través de programas oficiales.
Desplazarse de manera más sostenible: los desplazamientos diarios al colegio generan un impacto ambiental significativo. Limitar el uso del vehículo privado no solo evita atascos, sino que también reduce la contaminación y la concentración en la entrada y salida del centro. El transporte público, la bicicleta, el patinete, o, si la distancia lo permite, ir a pie son ejemplos de movilidad más consciente. Además, organizarse entre familias a para llegar y salir del colegio es otra opción que reducirá el impacto, a la vez que supondrá un importante ahorro económico.
Utilizar envases y botellas reutilizables: sustituir los envoltorios de plástico y papel de aluminio por táperes y portabocadillos reutilizables ayuda a reducir residuos y fomenta un hábito de consumo que se puede aplicar al resto de la vida cotidiana. Las bolsas de tela son otra alternativa, al igual que reemplazar las botellas de plástico y los bricks por botellas o cantimploras de aluminio o acero inoxidable.
Apoyar al comercio local: comprar material escolar, ropa y calzado en tiendas de proximidad favorece la economía de los barrios y minimiza la huella ambiental derivada del transporte. Esta también es una oportunidad para dar visibilidad a iniciativas y productos artesanales y de calidad.
Compartir ideas y compras con otras familias: ¿quién mejor para compartir ideas y opiniones que otros padres y madres del colegio? Organizar compras conjuntas e intercambiar material escolar fortalece la comunidad educativa y contribuye a reducir costes de envío o desplazamiento. Algunos colegios también organizan adquisiciones grupales que suponen ahorros económicos, de emisiones (principalmente en transportes) y, hay que decirlo, de preocupaciones para las familias.
Educar en sostenibilidad desde casa: dar ejemplo y practicar los valores de responsabilidad y cuidado del entorno en el hogar ayudará a crear un hábito real. La vuelta al cole puede convertirse también en un proceso de aprendizaje práctico, relacionado con la elección del materia, y con la manera de cuidarlo y aprovecharlo al máximo.
Triodos Bank y la educación
Financiamos centros educativos donde priman los valores de tolerancia y libertad, así como el desarrollo personal y la creatividad.
¿Por qué invertimos en educación? Financiamos iniciativas educativas que promueven modelos de formación en valores. En Triodos Bank consideramos que la educación no es solo una herramienta para generar conocimiento, sino que además promueve la creación, el desarrollo personal, así como el crecimiento intelectual. Además, ayudamos a que estos centros educativos sean más eficientes, saludables y sostenibles poniendo a su disposición proyectos de transición energética como el autoconsumo, reformas destinadas a generar un ahorro energético y la reducción de emisiones.
En clave económica y medioambiental: el impacto del consumo escolar
La vuelta al cole es solo el comienzo. El gasto no termina en septiembre: a lo largo del curso se acumulan desembolsos en material, actividades o servicios que suponen una media de 1.200 euros anuales por estudiante en un colegio público. Una cifra que asciende hasta los 3.396 euros en el caso de los colegios concertados, y que varía en función del ciclo formativo y de la región. En cualquier caso, y según datos de la OCU, en 2024 el gasto medio por estudiante aumentó en torno a un 13% respecto al curso anterior.
Una factura que crece cada año, y en la que los libros de texto son de los que más pesan. Según un estudio de EsadeEcpol, el 50% del gasto escolar de las familias en Primaria y Bachillerato se destina a libros de texto y material informático. Un precio muy alto para los bolsillos y también para el planeta: y es que, según la Asociación Española de Pasta, Papel y Cartón, imprimir un libro de unas 300 páginas, genera una huella de carbono de 1,2kg de CO2, a lo que hay que sumarle las emisiones que se generan durante su transporte.
Se trata de un desafío medioambiental y económico al que muchas familias ya han decidido plantar cara. Según refleja un estudio llevado a cabo por la plataforma Wallapop, más de la mitad de las personas en España que estudian o tienen hijos e hijas en edad escolar afirman haber comprado productos escolares de segunda mano. Esta alternativa, asequible y sostenible, permite a estudiantes y familias recuperar parte de la inversión: al vender el material escolar que ya no utilizan, podrían ahorrarse una media de 111 euros por curso y estudiante.
A esto se une el gasto en aquellos centros donde se utiliza uniforme. Isabel Lorente, madre y fundadora de SCOOL App, plataforma de compra, venta e intercambio de ropa escolar de segunda mano, asegura que “el uniforme para un curso escolar te puede costar, mínimo, unos 300 euros”.
Ya en los centros escolares, los residuos más comunes son los orgánicos, los envases y el papel y cartón. Según datos de Ambientum, la actividad diaria de un colegio de unos 500 estudiantes puede llegar a generar entre 20 y 30 kilos de residuos diarios, lo que equivale a unas 4,5 toneladas anuales. Una cifra alarmante en la que predominan los envases y envoltorios de un solo uso junto con los restos de manualidades y otros recursos de enseñanza.
El papel de las familias y las instituciones educativas
En este contexto, es clave que los diferentes actores del mundo educativo se posicionen del lado de la responsabilidad ambiental y económica. Practicar un consumo responsable, contribuir a la reducción del impacto ambiental e inculcar a las futuras generaciones unos valores alineados con la viabilidad y el equilibrio son algunos de los deberes todavía pendientes para muchos hogares e instituciones educativas.

Las familias juegan un papel decisivo a la hora de trasladar a la vida cotidiana hábitos de consumo responsables. Dar ejemplo desde casa es una herramienta pedagógica fundamental para concienciar sobre la importancia de preservar los recursos. Asumir esta responsabilidad desde las edades más tempranas es crucial de cara al futuro. “Intentamos cuidar las cosas para que nos duren y reutilizar aquellas que siguen siendo útiles. Esto es un valor que les estamos inculcando y que no se ve solo en el colegio, sino en otros aspectos de la vida”, asegura Nerea.
Por su parte, las instituciones educativas tienen la capacidad de consolidar ese primer contacto. Promover actividades de reciclaje, reducir el uso de plásticos, favorecer espacios de intercambio o impulsar acciones en la naturaleza son solo algunas de las medidas que harán de los centros educativos espacios comprometidos con una formación consciente.
Teachers For Future Spain es un colectivo de docentes con una gran preocupación por el estado de emergencia climática. Llevan a cabo acciones concretas para cambiar la gestión de los centros escolares, a través de un enfoque ecosocial y la reconexión del alumnado con la naturaleza.
Guía de iniciativas, marcas y plataformas éticas
Ya hay quienes lo están haciendo bien. Este pequeño listado muestra diferentes iniciativas, marcas y plataformas para avanzar hacia un modelo educativo más ético y responsable.
Iniciativas ambientales
- Bosquescuela: un proyecto pionero de educación al aire libre en Madrid, con próximas aperturas en Barcelona, Málaga y Granada. Su propuesta convierte el bosque en un aula donde se integran educación, salud, ecología y sostenibilidad. Un modelo educativo frente el cambio climático que comienza en la infancia y se amplía a campamentos y grupos de actividades extraescolares.
- ReciclArte: un proyecto de creaciones a partir de la reutilización y el reciclado de materiales, para sensibilizar y comprometer al alumnado en la gestión de los diferentes residuos. Imaginación y creatividad para componer obras de arte basadas en la economía circular y el aprovechamiento de residuos. Una forma de concienciación de manera práctica que ya se ha puesto en marcha en distintos centros de la geografía española.
- Huertos de Biodiversidad: una iniciativa de Fundación Global Nature y Ecoembes en la que ya participan más de 50 centros educativos. Los huertos escolares son un recurso educativo en el que se desarrollan nuevas formas de aprendizaje, a través de una educación basada en el respeto al medioambiente, la agricultura tradicional y la economía circular.
- Patis x clima: un programa que impulsa la renaturalización de los espacios y entornos escolares a través de acciones conjuntas. Con la colaboración de toda la comunidad educativa, convierte los patios en espacios seguros y naturales, diseñados para favorecer el bienestar y el desarrollo de las capacidades motrices y creativas.
Marcas ecológicas
- Roll’eat: diseño de envoltorios para alimentos, con el objetivo de contribuir a la toma de conciencia por el cuidado y protección del medioambiente, a la vez que se minimiza la cantidad de residuos provenientes de materiales contaminantes.

- Ecoalf: ropa y calzado para niños y niñas fabricada con la mínima cantidad de recursos naturales posibles. Utiliza materiales reciclados como nylon, poliéster, lana o algodón, lo que reduce el consumo de agua y las emisiones de CO2.
- Carioca Eco Family: lápices, rotuladores, subrayadores y estuches fabricados a partir de materiales reciclados.
- Sprout World: ¿qué pensarías si tus lápices usados pudieran convertirse en flores, hierbas, verduras o incluso árboles? Los lápices plantables de Sprout World se construyen con el mínimo de residuos y contribuyen a la naturaleza, en lugar de explotarla.
- Ecological: libretas de papel reciclado, bolsas de algodón y corcho, botellas de plástico reciclado, y hasta un ratón inalámbrico fabricado en caña de trigo. En Ecological solo utilizan materiales reciclados o que no dañen la naturaleza.
- Natural World: nace con el propósito de ofrecer un zapato 100% ecológico. Cada modelo se construye exclusivamente con materias primas 100% naturales, como el algodón orgánico y el caucho natural.
Plataformas de intercambio y compraventa
SCOOL APP: una aplicación móvil para la compra, venta e intercambio de ropa escolar de segunda mano entre familias. En lugar de desechar prendas en buen estado, alarga su vida útil, reduce los residuos textiles y contribuye a la conservación de los recursos naturales. También sirve para equipaciones deportivas, disfraces y todo tipo de prendas relacionadas con actividades escolares. “Gracias a plataformas como SCOOL, con cada uniforme reutilizado se ahorran entre 3 y 5Kg de CO₂ y miles de litros de agua. Solo fabricar una camiseta de algodón requiere 2.700 litros, equiparable al consumo de una persona durante 2 años y medio”, Isabel Lorente, fundadora de SCOOL App.
Wallapop: plataforma especializada en la compra y venta de artículos de segunda mano, donde podrás encontrar libros de texto para el próximo curso, así como ropa, calzado, material escolar o incluso uniformes.
Vinted: vende, intercambia y compra ropa, material escolar, libros de texto mochilas y todo lo necesario para la vuelta al cole.
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