¿Qué te llevó a trabajar en banca con valores?

Yo venía de entidades de banca convencional y la verdad es que había cosas en ellas con las que no me sentía de todo cómoda. Soy gallega y supe que se iba a abrir una oficina de Triodos en Galicia. Sinceramente, no conocía el banco, pero cuando me puse a investigar lo que hace entendí que encajaba con lo que buscaba. La oportunidad cubría de alguna manera mi necesidad personal de dedicarme a una labor que ya más o menos sabía hacer, pero con la que aportar algo a la sociedad o al medioambiente.

¿Y qué tiene Triodos Bank que no tengan los demás?

Cuando entré a trabajar en Triodos, para mí fue una sorpresa encontrar una gran coherencia entre lo que se publicaba en la web y lo que ocurría puertas adentro. Las entidades financieras tenemos mucha responsabilidad en decidir qué y cómo se financia porque al final facilitamos el dinero que se necesita para poder llevar a cabo los proyectos que tienen que ser viables, por supuesto. Y no deja de ser dinero de la propia clientela.

¿Por qué motivo Triodos Bank pone una parte de sus esfuerzos en la construcción sostenible?

El sistema actual no es sostenible. El sector de la construcción es uno de los más contaminantes tanto en el momento en el que se construye una edificación como en el uso posterior que damos a nuestras viviendas. Por lo tanto, tiene sentido que por medio de la financiación fomentemos proyectos que sean lo más eficientes posible y contribuyan no solo a mejorar el medioambiente, sino que también proporcionen salubridad y confort. Triodos también busca un impacto social positivo. Por ejemplo, mediante la financiación de vivienda social.

En definitiva, estoy convencida de que ya no tiene sentido que una construcción nueva no se haga de una manera sostenible y en este aspecto cobra importancia la rehabilitación. Más del 50 % del parque de edificios en España no contó con ningún tipo de medida medioambiental durante su construcción, y, por lo tanto, no es eficiente y no está a la altura.

¿Qué factores o condiciones consideráis imprescindibles para financiar un proyecto de construcción?

Ahora mismo, respecto a las ventas, ya sea en formato de promoción o de cooperativa, lo mínimo que se exige es que el proyecto tenga una calificación energética en emisiones y consumos. Además, en el caso de proyectos de alquiler libre o algunos modelos de convivencia novedosos, también se reclama algún sello de sostenibilidad. Ya no nos ceñimos solo a la parte de la eficiencia energética, porque el modelo constructivo es mucho más amplio. Es decir, hablamos de materiales, de sistemas de regeneración de aire o de reutilización de aguas.

En la pasada campaña electoral se habló, entre otros temas, de vivienda. ¿Qué importancia dais a la vivienda social para hacer realidad el derecho a la vivienda?

Para nosotros es muy importante desarrollar y promover vivienda social. En este ámbito en España, estamos por detrás respecto a otros países de Europa. También hay que tener en cuenta el alquiler, que cubre una parte muy importante en las fases de la vida de una persona por lo que es importante poner en el mercado vivienda asequible también en régimen de alquiler. Hubo épocas muy favorables a la disponibilidad de vivienda protegida y yo creo que ahora hay una voluntad de desarrollarla a nivel político. Mi opinión personal es que, al final, la administración no tiene la capacidad de crear toda la vivienda necesaria en este segmento, por lo que se hace imprescindible la colaboración público-privada. Con el contexto actual de tipos de interés elevados y márgenes reducidos, las personas y entidades inversoras o promotoras privadas necesitan cierta tranquilidad y medidas que favorecieran la vivienda social. Si no, al final tendremos mucha voluntad, pero poca realidad.

¿Al sector de la construcción le cuesta implicarse en el concepto de construcción sostenible?

Yo creo que el sector cada vez se implica más, no solo por cuestiones de eficiencia energética, sino también por la existencia de modelos constructivos industrializados que también favorecen la rapidez, la reducción de emisiones y, a la vez, un menor coste financiero. Es cierto que una parte del sector sigue un poco anclada en aquello de "si esto no es necesario, no lo hago", pero esto es una carrera de fondo. Nos enorgullece decir que hemos conseguido que, a base de hablar con promotores, se hayan modificado proyectos para alcanzar esas calificaciones energéticas mínimas o esos sistemas de construcción.

¿La construcción sostenible implica aumentar la inversión?

Yo creo que si el proyecto se concibe desde el principio con estas características no se nota tanto ese encarecimiento. Evidentemente, si concibes un proyecto sin medidas de eficiencia, incluirlas puede implicar mayor inversión, pero se recupera en el propio uso de la vivienda. Ahora mismo ya existen elementos de comparación para que puedas ver que tu vivienda puede generar un ahorro o revalorizarse a futuro.

El autoconsumo es uno de vuestros grandes caballos de batalla. ¿Gana terreno poco a poco?

Desde la guerra de Ucrania la gente es cada vez más favorable a tener cierta independencia energética. Los proyectos de bloques de edificios que financiamos ya deben incorporar medidas como las placas solares, pero creo que, cada vez más, son los particulares y las personas propietarias de una vivienda quienes demandan ya este tipo de soluciones.

Una tipología de modelo residencial que apoyáis es el coliving. ¿En qué consiste?

Es un modelo de vivienda que fomenta la relación entre habitantes de una edificación. Ofrecen servicios comunes incluidos dentro de la propia cuota de alquiler que permiten a las personas vivir y trabajar (muchos tienen espacios de coworking), además de participar en actividades comunes y generar sinergias. Yo siempre digo que el modelo del coliving es como la pantalla siguiente a una residencia de estudiantes, indicado muy especialmente para personas que deben desplazarse para realizar trabajos, por ejemplo, de unos meses de duración. Muchas personas sabemos lo que es dejar nuestro hogar para ir trabajar en una zona nueva y sentir soledad porque sales de tu círculo y te vas a otro sitio donde no conoces a nadie.

¿Es un modelo exportable a un nuevo concepto de residencias para la tercera edad?

En las residencias para personas mayores vemos ya lo que llamamos coliving o cohousing senior. Este tipo de sistemas de convivencia cumplen una labor social importante para combatir la soledad no deseada y proporcionar la tranquilidad que supone para muchas personas estar bien atendidas en el aspecto sanitario. Yo creo que son conceptos transversales a todos los sectores.

¿De qué proyecto/s financiados por Triodos Bank te sientes más orgullosa?

Me siento muy orgullosa de los proyectos que se llevan a cabo por medio de cooperativa. Por ejemplo, hemos financiado recientemente una operación del despacho de arquitectura SATT que cumple casi todos los requisitos medioambientales que exigimos.

En lo relativo al alquiler social destacaría al grupo Salas, que construye vivienda asequible, tanto en formato de venta como, sobre todo, de alquiler en Cataluña, y ahora también en Madrid.

Y en coliving destacaría un proyecto de desarrollo que viene a dar solución al Parque Tecnológico de Málaga, donde había un déficit importante de vivienda. Este proyecto va a ser muy importante para las personas trabajadoras y para la ciudad en general.

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