Antes de eso, quisiera compartir que yo misma me he sentido obligada a participar en manifestaciones, por ejemplo, por una política de asilo más humana. No siento que mis acciones sirvan necesariamente para lograr algo. Pero me gusta rodearme en un momento así de gente que quiera lo mismo que yo. Me produce una sensación positiva que un gran grupo de personas esté enfadado porque nuestro gobierno viola los derechos humanos de las personas refugiadas. Caminar no me cuesta nada, excepto algo de tiempo. Además, tengo muchos amigos y amigas que fueron refugiados/as y quiero mostrarles que los y las defendemos.

Joset van der Hoeven, editora en Triodos Bank Países Bajos

Aunque no influyas de forma directa en la política con las manifestaciones a menudo siembras. Esto también hace que si nada cambia durante mucho tiempo aparezca el desánimo. Me ocurrió esto, en especial, cuando leí que a principios de siglo había una probabilidad de dos de tres de que los manifestantes consiguieran sus demandas. Según un estudio del Laboratorio de Acción No Violenta de Harvard ahora sería de una de cada seis veces.

Por supuesto, manifestarse no es la única forma de activismo. No todo el mundo se siente cómodo con esta manera de actuar o prefiere otras. Por eso estos consejos de activistas pueden servirte de inspiración. 

Las claves de Marianna van der Stel, de Países Bajos libres de combustibles fósiles (Fossielvrij NL)

Marianna van der Stel, Países Bajos libres de combustibles fósiles. Foto: Denis Meyer

Esta es una campaña relevante de la sociedad civil neerlandesa contra el poder de la industria de los combustibles fósiles. Con éxito. Convencieron a ABP, el fondo de pensiones más grande del país, para que dejara de invertir en combustibles fósiles. Investigaron, firmaron peticiones, protestaron, enviaron cartas, entraron en discusiones... 

1. De lo pequeño a lo grande

“No es imprescindible manifestarse para actuar. Somos un movimiento en el que puedes participar de forma muy sencilla. El primer paso es registrarse en una web que envía pequeñas acciones para marcar la diferencia y las puedes compartir en redes sociales. En activismo, todo puede empezar por firmar una petición o compartir un tuit. Quizá entonces sea posible dar el siguiente paso y participar en una manifestación. Un tercer paso puede ser convertirse en voluntario/a y organizar algo de manera directa. Eso es muy valioso”.

2. Hacer que la gente participe

“Hay que compartir cada éxito. Esto mantiene a las personas involucradas y cada vez más dispuestas a dar el siguiente paso”.

3. Convertir la emoción en acción

“Yo misma sufro de eco-ansiedad a veces. El verano pasado, por ejemplo, cuando estuvimos unos días a 39 grados (en Países Bajos). Me sentí enfadada y triste.  He aprendido a permitirme esos sentimientos. Porque al final puedes convertir esas emociones en acciones. Este verano la convertí en un envío que hizo que 40 personas se activaran dentro del movimiento. Es agradable unirte a amigos/as y otras personas activistas que también se preocupan por el clima o por otra lucha. Dejas de sentir soledad”.

Triodos Bank y el activismo positivo

Triodos Bank fue fundado en 1980 para promover una transformación positiva desde las finanzas. Mostramos que el dinero tiene un poder de cambio positivo a través de la financiación de proyectos sostenibles. Y además realizamos acciones para cambiar el sector financiero de manera estructural.

Triodos Bank quiere influir en los debates en las instituciones europeas. Por ejemplo, con otras empresas hemos promovido la prohibición de productos que causan deforestación. El año pasado, la Unión Europea estableció reglas sobre lo que las instituciones financieras pueden llamar un préstamo o inversión sostenible. Se incluyeron el gas y la energía nuclear y compartimos nuestro punto de vista crítico respecto a esto con el apoyo a una petición a nivel europeo en favor de normas más estrictas.

Las claves de Roos Ykema, de MiGreat, activismo por las personas migrantes

Roos Ykema en Ter Apel. Foto: Farhad Khodadadzade

Cuando la gente durmió al aire libre por primera vez en el municipio neerlandés de Ter Apel el verano pasado dentro de una protesta, Roos Ykema, de MiGreat no pensó en sumarse. Los medios ya lo cubrían. “Esto va a crear tanta presión que pronto se arreglará”, pensó. Cientos de personas durmieron a la intemperie durante semanas en agosto. Con su organización, pone en marcha manifestaciones y otras campañas contra la política migratoria europea. Defiende que toda persona debe poder migrar o solicitar asilo de manera segura.

Además, MiGreat ha cocinado comidas calientes y saludables, facilita ponchos y lonas para protegerse de la lluvia y frazadas y carpas para cuando hace frío. “Tenemos que dejar claro que la forma en que el gobierno trata a quienes solicitan asilo es inaceptable. La ayuda de emergencia también puede ser una forma de activismo”, dice Roos.

1. Empezar por hablar

“¿Oyes a alguien hacer un comentario desagradable sobre personas extranjeras? Si es así, habla. Si no, normalizaremos la discriminación. No siempre es fácil, pero puedes empezar poco a poco. Por ejemplo, únete a una organización como voluntario/a”.

2. Crear un plan paso a paso

“Si vas a manifestarte y a hacer campaña, tienes que involucrar a la gente, hacer tus acciones accesibles. Con el memorial con 44.000 nombres llamamos la atención sobre las víctimas en las fronteras de Europa, por ahogamiento o por avalanchas, entre otras. En los Países Bajos, pero también en otros lugares de Europa, se instalaron monumentos locales con memoriales de madera donde escribimos los nombres de las víctimas. Proporcionamos listas de nombres, instrucciones sobre cómo hacer los monumentos o lugares donde conseguir madera a bajo precio. Cuanto más accesible lo hagas, más personas participarán. Y así es como esta acción se convirtió en un éxito”.

3. Cobertura mediática

“Desde que estamos presentes en Ter Apel, mucha gente en el país nos conoce. Las entrevistas nos han dado reconocimiento y muchas donaciones. Ahora podemos dar apoyo a más personas”.

Traducción extractada del artículo original en La Revista Triodos de Países Bajos