También en tiempos de crisis como estos las personas mayores necesitan atención especializada, en especial las que sufren alguna enfermedad y sus familias. De hecho, esas necesidades han aumentado con la pandemia de la Covid-19. Por eso trabajamos para ofrecer nuevas plazas residenciales que permitan atender de la mejor forma posible a esas personas, como las de nuestra nueva residencia en Huesca.

Desde hace tiempo tenemos claro que el foco en la persona y el respeto a las características y gustos individuales son primordiales para ofrecer una buena atención. Además, la pandemia ha puesto de manifiesto la importancia de cuidar de una manera diferente, huir de los grandes espacios multitudinarios y crear Unidades de Convivencia dentro de la residencia.

La atención en Unidades de Convivencia de 15 o 18 personas con gustos e intereses comunes que se interrelacionan y actividades cotidianas con la ayuda de profesionales es un éxito en clave de autoestima, mejora de la autonomía y bienestar emocional.

Hoy en día todavía hay cierta reticencia en las personas mayores e incluso en sus familias a la hora de recurrir a los servicios de una residencia. En los centros de mayores tradicionales, podían sentir una ruptura tajante con su vida pasada, con sus pertenencias y sus recuerdos.

El concepto de las residencias de mayores está en un momento de cambio con el fin, precisamente, de que las personas sientan que viven en un hogar, gracias a la arquitectura, la decoración y rutinas para que se sientan como en casa. Las estancias pasan a ser lugares en los que convive un grupo reducido, con espacios que favorecen la estimulación, la actividad y el bienestar y, además, hoy más importante que nunca, permiten reducir el contacto.

En este concepto, el personal de atención directa cobra un mayor protagonismo, si cabe, en el cuidado de los mayores. Ya no atienden solo a sus necesidades básicas (aseo, alimentación, vestido, cuidados sanitarios, etc.), sino que se trata de un equipo especializado en el trato y la atención para favorecer la autonomía, la independencia y el desarrollo de la propia vida de las personas usuarias, desde la ayuda, el acompañamiento y la supervisión.

Claves para crear hogar

En las Unidades de Convivencia destacan claves como las siguientes:

  • Salas abiertas y bien iluminadas, con espacios comunes y habitaciones personalizadas, con carácter propio e individual (macetas, fotografías, elementos decorativos personales y, por qué no, la compañía de una mascota).
  • Acceso al exterior (jardín o terraza) para favorecer la vida en el entorno y el contacto con el sol y la naturaleza.
  • Flexibilidad de horarios y rutinas, que dejan de responder a los intereses de la institución e intentan adaptarse a las preferencias y hábitos de las personas residentes, que participan del cuidado, organización y preparación de la vida del centro.
  • Un abanico de actividades significativas para los usuarios y usuarias, adaptadas a sus intereses.

Desde la Fundación Rey Ardid también promovemos la autonomía a través de terapias no farmacológicas, con profesionales que fomentan la rehabilitación a nivel cognitivo y funcional y especial atención a las expectativas de cada persona.

Creemos que las personas mayores deben decidir cómo quieren que sea su vida y continuar con su proyecto vital, lo que solo es posible si respetamos su valor  individual.

Las personas que ya han mostrado interés por nuestra nueva residencia en Huesca, ubicada en la carretera Sagrañen, destacan también otros aspectos, como la posibilidad de utilizar el jardín como elemento terapéutico y de estímulo para los sentidos, la privacidad de las habitaciones, en su mayoría individuales, o la incorporación de tecnología especializada aplicada a los cuidados.

Banca ética y personas mayores

¿Sabías que Triodos Bank solo financia los sectores ambiental, cultural y social? En este último, contamos con un trayectoria relevante de apoyo a residencias y servicios para mejorar la calidad de vida de nuestros mayores.

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