En las grandes ciudades, los puntos de recarga se van convirtiendo poco a poco en parte del mobiliario urbano. Pero, según Cedric de Jonghe, cocreador junto con Sander Hereijgers de PlugInvest, empresa que trabaja con Triodos Bank en Bélgica, el porcentaje de vehículos eléctricos que se recargan en esos puntos es bajo.

De Jonghe precisa: “Las experiencias desarrolladas en diferentes países y los cálculos de los expertos nos indican que solamente el 20 % de las recargas se realizan en puntos de recarga públicos. La mayor parte de las transacciones de recarga se llevan a cabo en el domicilio o en el lugar de trabajo”.

Eso no significa que los puntos públicos no sean importantes: “tienen sobre todo un efecto positivo sobre la percepción de los consumidores de conducción eléctrica. De hecho, son muchos los que no dan el paso, por miedo a que el número de puntos de recarga sea insuficiente. Es la historia del huevo y la gallina”, afirma el especialista.

“Cuanto más acceso haya a los puntos de recarga, más personas se desplazarán con vehículos eléctricos. Cuantas más personas elijan este tipo de vehículo, más puntos habrá. Por lo tanto, debido a su gran visibilidad, los puntos de recarga públicos pueden ayudar a romper esa dinámica. Pero, en definitiva, se seguirán utilizando menos que los puntos de recarga de particulares y de empresas”.

Leasing para incrementar los puntos de recarga

Los vehículos eléctricos e híbridos son cada vez más frecuentes en el parque automovilístico de las empresas y los gestores de flota buscan soluciones para los puntos de recarga. PlugInvest les ofrece una fórmula de leasing o alquiler de estos puntos que facilita la instalación.

Como afirma Sander Hereijgers, cofundador de Pluginvest, “en el lugar de trabajo la carga se realiza durante el horario de oficina, cuando el sol brilla y, por lo tanto, cuando hay electricidad verde disponible. Por otro lado, las empresas, por lo general, disponen de una conexión mejor a la red eléctrica, así que se pueden recargar varios vehículos al mismo tiempo”.

La iniciativa busca reducir drásticamente los inconvenientes administrativos y de infraestructura relacionados con la instalación de puntos de recarga.

“Nuestra solución no incluye únicamente la instalación de puntos de recarga, sino también la garantía, el control, la transferencia de datos y el consumo en el punto, tanto en las empresas como en los puntos públicos y en el domicilio de los empleados. Estos quieren optar por la conducción eléctrica, pero son reacios porque tienen que invertir su propio dinero. Con nuestro paquete de carga a domicilio, la instalación, el mantenimiento y el consumo de los puntos en el domicilio se facturan directamente a la empresa en forma de cuenta mensual o con una fórmula de leasing. Así se consigue que, de repente, la transición a unamovilidad sostenible resulte mucho más transparente y más sencilla para el empleador”.

Un arranque eléctrico

Fundada en otoño de 2016, PlugInvest ya dispone de un parque de puntos de recarga relevante.

De Jonghe explica que “en su mayor parte, los puntos están instalados en empresas. Gracias a la ayuda de Triodos Bank, pudimos ampliar nuestra oferta al leasing de puntos desde el primer año, cuando presentamos nuestro concepto. Hemos observado efectos en cascada, con un crecimiento acelerado del número de vehículos eléctricos que circulan por nuestras carreteras”.

“Es algo muy bueno” continúa “si pensamos en la cantidad de partículas finas que emiten a la atmósfera los vehículos diésel y los autobuses. Estoy convencido de que, dentro de veinte años, volveremos la vista atrás y nos preguntaremos cómo era posible esto. Afortunadamente, las ciudades empiezan a excluir los vehículos diésel, pero creo que las autoridades todavía pueden hacer más para fomentar la conducción eléctrica. No faltan soluciones para acelerar la transición hacia una movilidad sostenible”.

Texto aparecido originalmente en La Couleur de l’Argent, publicación de Triodos Bank Bélgica