Así lo reflejan los datos que ofrece la segunda edición del estudio realizado por Triodos Bank sobre Conductas sostenibles de la población española, que también recoge información sobre las preferencias de la ciudadanía en finanzas, movilidad, consumo, ahorro energético o bienestar personal, entre otros.

Por otra parte, el Estudio constata una actitud mayoritariamente responsable respecto a lo sostenibilidad entre quienes utilizan el aire acondicionado. El 81,7 % de esas personas asegura tener en cuenta el impacto medioambiental, una tendencia que crece ligeramente respecto al año pasado (80 %). En concreto, un 26,7 % afirma que siempre tiene en cuenta la sostenibilidad a la hora de encenderlo, mientras que un 55 % -dos puntos más que en la pasada edición del Estudio- lo hace en momentos determinados, según el tiempo de uso o la situación personal. En contraposición, el porcentaje de personas que dice no tener nunca en mente la sostenibilidad ni interés en el factor medioambiental ha disminuido casi 2 puntos porcentuales respecto a 2024, del 20 % al 18,3 % de la sociedad.

En lo relativo a la conciencia ambiental por territorios, en Cataluña un 90,5 % de quienes usan este sistema de climatización afirma tener en cuenta este factor, seguida por Madrid, con un 88 %, Baleares, con un 88,3 %, Murcia, con un 85,8 %, y Andalucía, con un 83,7 %. Las poblaciones de Extremadura (27,3 %), Galicia (69,4 %), Castilla y León (73,3 %) y Asturias (73,8 %) son las que menos valoran la sostenibilidad a la hora de hacer uso del aire acondicionado.

Baleares es una de las regiones que más usa el aire acondicionado, con una subida de 13 puntos respecto a 2024

En esta segunda edición del Estudio se han apreciado novedades interesantes en el uso de aire acondicionado por comunidades autónomas. Aunque Murcia, con un 74,8 %, y Andalucía, con un 72,6 %, siguen como dos de las comunidades donde más se utiliza, probablemente por las altas temperaturas que experimentan en verano, en Baleares, caracterizada tradicionalmente por un clima mediterráneo más suave, el porcentaje de personas encuestadas que afirma hacer uso frecuente de este sistema de climatización haaumentado hasta el 73,9 %, 13,3 puntos más que en el año anterior (60,6 %). 

Por el contrario, en Extremadura, una de las provincias que año tras año registra temperaturas récord, el porcentaje de población que dice poner el aire acondicionado habitualmente pasa del 78,9 % en 2024 hasta el 70,1 %, con un descenso de casi 9 puntos. Cataluña, por su parte, es otra de las comunidades que registra también un descenso significativo, de casi 8 puntos, del 61,9 % al 54,1 %.

En línea, cabe mencionar el crecimiento de la utilización en la Comunidad Valenciana, con un aumento de 8 puntos respecto al pasado año, y que alcanza el 69,8 % de la población, y Aragón, con 6 puntos más, hasta el 68 %. Destacan también los incrementos en Castilla-La Mancha (66 % vs. 60,4 %) y Madrid (64,7 % vs. 59,9 %).

De la misma manera que en la primera edición, en el extremo opuesto como las zonas en las que menos se usa, se sitúan Asturias, con un 4 % (3,2 puntos porcentuales más que en 2024), Galicia, con un 8,6 %, y Cantabria, con un 8,5 %. Todas estas regiones tienen climas más templados y húmedos, lo que podría explicar esos porcentajes, aunque en todas ha crecido el uso de aire acondicionado.

En los países más golpeados por el calor, como España, la demanda eléctrica diaria se disparó hasta un 14 %
Según el II Estudio Triodos Bank ‘Conductas sostenibles de la población española’

La eficiencia energética en el hogar es un factor muy importante pero no termina de despegar

La intensa ola de calor que ha afectado a Europa hace unas semanas no solo dejó temperaturas extremas, como los 46º C registrados en El Granado (Huelva), sino que también tensionó seriamente las redes eléctricas del continente. Un informe de Ember Energy señala que en los países más golpeados por el calor, como España, la demanda eléctrica diaria se disparó hasta un 14 % por el uso generalizado del aire acondicionado y otros sistemas de climatización. Esta presión sobre el sistema provocó, además, un encarecimiento de la electricidad de hasta un 15 % durante los días más críticos.

En este contexto se pone de manifiesto la necesidad de buscar medidas de eficiencia energética en el hogar que nos aseguren una reducción en el uso de la energía con los correspondientes ahorro económico y cuidado del medioambiente. En este punto, el Estudio revela que un 83,7 % de la población considera relevante (un 52,5 % la considera muy importante) la sostenibilidad y la eficiencia energética a la hora de tomar decisiones que afectan a su hogar, como la elección de electrodomésticos, iluminación o sistemas de aislamiento. Por el contrario, un 16,2 % de las personas encuestadas afirma que le parece poco o nada importante

En esa línea, y ante la pregunta “¿Te has planteado mejorar la eficiencia energética de tu hogar mediante fórmulas de autoconsumo (por ejemplo, paneles fotovoltaicos o generadores eólicos)?”, solo un 35,7 % de la población española valora la opción de instalar este tipo de sistemas, 3,5 puntos porcentuales menos que en la edición de 2024. Si la pregunta aborda la posibilidad de acometer mejoras de eficiencia energética como el cambio de ventanas, calderas o suelo radiante, el porcentaje aumenta hasta el 43,6 %. A pesar de estos datos, el volumen de población que se ha planteado explorar vías de financiación para abordar estas mejoras solo alcanza el 23,8 % frente al 26,2 % que lo afirmaba en 2024.

Transicionar hacia un modelo energético justo y eficiente

Triodos Bank apoya activamente proyectos descentralizados y no convencionales como la energía solar en tejados, la geotermia, el almacenamiento de energía y la eficiencia energética, así como el acceso a la tecnología energética moderna para resolver los desafíos del cambio climático, tanto en materia de descarbonización como de acceso a la energía, para evitar la desigualdad y la degradación medioambiental. Esto incluye mejorar la eficiencia energética de los sistemas existentes y desarrollar nuevos, aplicando el principio de "la eficiencia energética primero" y minimizando las necesidades energéticas de los edificios relacionadas con la calefacción y la refrigeración.

La entidad siempre ha abogado por una economía libre de combustibles fósiles, tal y como se establece en su documento "Hacia una economía baja en carbono". El mundo necesita una transformación completa del sistema energético, base de nuestras economías y del futuro desarrollo sostenible. En el centro de esa transición se encuentra la necesidad urgente de adoptar fuentes de energía limpias para la climatización y la capacidad de llegar a todos los rincones de la sociedad y la economía.