¿Cuántas veces ha oído la palabra “ecológico” en los últimos días? Al hacer la compra, al elegir una prenda de ropa, decidiendo qué jabón será el más adecuado para su familia… La conciencia medioambiental crece cada vez más en nuestra sociedad y, hoy en día, es un factor que cada vez se tiene más en cuenta a la hora de escoger los productos que nos acompañan en nuestro día a día.

Consejos para tener una casa ecológica y sostenible

Según la RAE, el térmico “ecológico” se define como: Dicho de un producto o de una actividad: Que no es perjudicial para el medio ambiente.

De modo que la arquitectura ecológica, por ejemplo, será aquella que, en su diseño y construcción, no dañe al medio ambiente y, además, nos ayude a vivir cómodamente evitando prácticas nocivas para el entorno.

Por otro lado, ¿qué es lo “sostenible”? No sería muy atrevido afirmar que cuando Gro Harlem Brundtland y su equipo redactaron el informe “Our Common Future” (Nuestro Futuro Común) para la Comisión Mundial sobre Desarrollo y Medio Ambiente de la ONU, no imaginaban que, en apenas 15 años, el término crecimiento sostenible llegaría a formar parte de nuestro vocabulario diario.

Según esta comisión, el término “sostenible” describe a aquel crecimiento que satisface las necesidades del presente sin comprometer las necesidades de las futuras generaciones.

Entonces, ¿buscamos algo ecológico o sostenible? Ya que si bien ambos términos son diferentes, es innegable su conexión, al igual que con otros como responsable, ético o con valores.

Y es que, la sostenibilidad no demanda un comportamiento ecológico, pero si queremos garantizar las necesidades de las generaciones futuras, ¿no querremos comenzar por dejarles un planeta limpio y saludable?

¿Puede ser nuestro hogar más saludable?

Si buscamos lo mejor para el medio ambiente, será normal que nos preocupe encontrar los productos y técnicas que, ayudándonos en nuestra vida diaria, sean menos dañinos para el entorno y para nuestra salud.

¿Qué mejor punto de partida que el hogar en el que vivimos? Comenzando por su diseño, nuestra casa puede ayudarnos a seguir pautas sostenibles y ecológicas.

Si vive en una casa bioclimática, ya conocerá los beneficios de este tipo de diseño: una buena orientación que favorezca el aprovechamiento de la luz solar, buen aislamiento allá donde es necesario o muros que aprovechen el calor (conocidos como “muros trombe”).

¿Y qué podemos hacer en el resto de casas para que sean más sostenibles y ecológicas? Bien de nueva construcción o no, nuestra vivienda siempre nos ofrece muchas oportunidades. Si estamos emprendiendo una reforma, por ejemplo, nos preocupará, no sólo el mejor acabado, sino aquel que tenga una mayor durabilidad, garantice una buena calidad del aire interior en casa y no perjudique al entorno. Para ello, podemos decantarnos por materiales reciclados o fabricados con procesos que no contaminen el medio ambiente y que, además, nos ayuden a vivir cómodamente sin hacer un uso excesivo de recursos.

Instalando un buen aislamiento, por ejemplo, estaremos evitando la contaminación de fuentes fósiles que alimenten la calefacción y aire acondicionado de nuestro hogar. En los acabados interiores, podremos elegir materiales naturales, tratados con pinturas ecológicas o barnices no dañinos para el medio ambiente. A la hora de escoger un grifo, nos decantaremos por uno de bajo caudal, que nos ayude a reducir nuestro consumo de agua.
A la hora de buscar financiación también podemos intentar ser responsable con el medio ambiente y decantarnos por la Hipoteca Triodos, que vincula el tipo de interés a la calificación energética de la vivienda (de la A a la G), de forma que cuanto más eficiente es y, por lo tanto, menor impacto tiene en su entorno, menos paga el comprador por su hipoteca.

Ejemplos como el de la cooperativa Arroyo Bodonal, nos dan pistas sobre cómo conseguirlo.

Esta cooperativa de la localidad de Tres Cantos, en Madrid, quería construir unas viviendas que tuvieran un bajo impacto en el medio ambiente y a la vez favorecieran un menor uso de recursos.

A través de un diseño bioclimático y la incorporación de energías renovables, Arroyo Bodonal ha logrado un ahorro energético del 65%. Utilizando materiales reciclados y reutilizados, esta cooperativa ha logrado reducir su impacto ambiental, manteniendo el confort de sus habitantes. Además, entre sus incorporaciones más significativas como suministro energético destaca una instalación de geotermia y un inteligente sistema de recuperación de aguas grises, que repercute en un muy bajo consumo de agua.