La COP28 ha acabado sin un acuerdo firme sobre la eliminación progresiva del uso de combustibles fósiles, la principal causa de la crisis climática mundial actual. Si los y las líderes mundiales han fracasado en el objetivo de alcanzar un acuerdo significativo, el sector financiero debe tomar ahora cartas en el asunto.

Lo que el mundo necesitaba al final del año más caluroso jamás registrado era un compromiso audaz para eliminar progresivamente los combustibles fósiles y eso no ha sucedido. Los acuerdos alcanzados son insuficientes para una transición a tiempo, justa y equitativa de los combustibles fósiles a sistemas energéticos sostenibles.

Sin embargo, es la primera vez que se mencionan las palabras "combustibles fósiles" en una declaración final de una cumbre de la ONU sobre el clima. Esto hace que el riesgo de los llamados "activos bloqueados" para las entidades financieras sea más visible. A partir de ahora cualquier entidad sensata dejará de financiar los combustibles fósiles aún más rápido, lo que supondría una aceleración del trasvase de capital de los combustibles fósiles hacia las energías renovables.

Esto es clave porque el clima no es una cuestión de más dinero, sino de que el dinero vaya a los lugares adecuados. Esto significa que las instituciones financieras tienen la oportunidad de formar parte de la solución y asumir su propia responsabilidad. Si se pone fin a la financiación de los combustibles fósiles y se aumenta la de las energías renovables el sector puede impulsar la transición hacia una economía sostenible.

Abogar por un Tratado de No Proliferación de Combustibles Fósiles es primordial ahora. Las instituciones financieras no sólo deben reasignar el dinero, sino instar a los gobiernos a colaborar en la creación de ese acuerdo legal para acabar realmente con el uso del petróleo, el carbón y el gas natural a tiempo y de una manera justa. Un tratado sobre combustibles fósiles es el paso más lógico para hacer realidad las ambiciones de cero emisiones netas de gobiernos y empresas.

Para propiciar un resultado mejor en la COP29 del año que viene, el sector también debería comprometerse activamente con los gobiernos y animarlos a acordar requisitos estrictos para alcanzar el acuerdo climático de París y para aplicar políticas sólidas.