En mayo de 2015, todos los empleados de Triodos Bank recibimos un mensaje titulado “Adopta un árbol de la Fundación Triodos”. Se completaba con una foto, y en él se nos invitaba a “llevarnos a casa a uno de estos pequeños”, además de comentarnos dónde estaban plantados, ya en recipientes individuales y reciclados, para elegir el nuestro.

Esta experiencia se puede considerar tanto el germen del huerto ecológico que Triodos Bank mantiene en sus servicios centrales en Las Rozas, Madrid, como una imagen muy precisa de los objetivos que se fijaron para este espacio.

De observadores a actores en el huerto ecológico

El proyecto del huerto en Triodos Bank nació en 2014, y lo diseñamos buscando que dejara de ser un escenario en el que observáramos para convertirnos, las personas que trabajamos en el banco y también gente de fuera, en actores con una mayor conexión con la naturaleza y nuestro entorno. También queríamos ofrecer otra posibilidad para experimentar y compartir los valores de la entidad desde el ámbito personal”. Ricardo Colmenares es el director de la Fundación Triodos y uno de los impulsores de esta actividad.

os 70 arbolitos que supusieron el pistoletazo de salida ya llevaban en su ADN la nueva misión del hasta entonces solo jardín ornamental. Cada uno de estos robles, fresnos, encinas y arces fue sembrado por empleados del banco, de forma voluntaria, varios meses antes de su entrega. Algunos de ellos participaron también en el traslado posterior a alojamientos individuales, a partir de bricks de leche usados, para que pudiéramos trasladar el nuestro a casa. Y durante el proceso de preparación y el posterior de cuidado en su nueva ubicación, aprendimos y comenzamos a mirar a las plantas de otra manera.

Para empezar, planteamos un calendario de trabajo en el huerto y también una acción formativa que incluía, entre otros aspectos, la realización de experimentos, como por ejemplo uno para conocer el suelo con el que contábamos, visitas al exterior y recibimiento de expertos en nuestro terreno”, recuerda Colmenares.

Entre otras actividades, se visitaron varios huertos educativos en el Parque del Retiro de Madrid, del Ayuntamiento de Madrid, y el Centro de Educación Ambiental del monte de Valdelatas de la Comunidad de Madrid. A su vez, Triodos Bank acogió a representantes de La Troje, SEO/BirdLife y el Instituto de Tecnología para el Desarrollo Humano de la UPM. Los primeros explicaron su trabajo para defender las variedades locales y el saber agrario tradicional. Los segundos describieron la importancia de las aves en cualquier ecosistema natural, también un huerto ecológico.

Ambas ideas tienen fuerza en este proyecto. En el huerto ecológico se plantan verduras y hortalizas, pero también especies silvestres que lo vinculan con el entorno: tomillo, romero, encinas, madroños, retamas, jaras, quejigos, alcornoques y chopos son algunas de ellas, además de árboles frutales. La otra vertiente, también esencial, es la fauna con aves, insectos y otros vertebrados. Todos ellos forman el sistema inmunológico del espacio y a todos ellos se les atrae con agua, nidos y comederos. También hay una población controlada y estable de gatos.

El precio de un tomate de verdad

A finales de 2017, Triodos Bank mantenía 1.020 préstamos a iniciativas de Naturaleza y Medio Ambiente en España. Puedes verlas en este enlace de Historias de la banca transparente.

“Cuando vas a la compra, entiendes la diferencia de precio entre un tomate de agricultura intensiva y uno de verdad, qué sabe a tomate y qué ha sido cultivado con cuidado. Y valoras esta diferencia”. Susana Guerrero es coordinadora en el departamento de Banca Personal de Triodos Bank y una de las integrantes de la Comunidad del Jardín.

Ella se animó a participar para aprender a trabajar un huerto y también a diseñarlo, además de acercarse a la naturaleza de una manera distinta. Y se encontró también con una nueva forma de relacionarse con sus compañeros además de una terapia anti estrés. “El huerto es un lugar perfecto para liberar tensiones y desconectar del día a día. A lo mejor has tenido un día duro y al trabajar con las plantas te das cuenta de que es algo muy relajante y motivador”. Guerrero también le da relevancia a la observación y a la obtención de resultados: “Preparas el terreno, riegas los que siembras, ves cómo crece todo poco a poco y de repente un día puedes cosechar. Es algo muy gratificante”.

> La Fundación Triodos dispone de un portal web, huertoseducativos.org, en el que centros educativos y sociales y también miembros de la propia fundación comparten sus experiencias en torno a los huertos educativos y sociales.

> El huerto-jardín de Triodos Bank se trabaja de forma ecológica, evitando el uso de fertilizantes o pesticidas químicos, en coherencia con los criterios de financiación del banco en lo que a la agricultura ecológica se refiere.