Durante 2022 la Fundació Arrels atendió a más de 3.000 personas sin hogar solo en Barcelona. Para sus responsables “una persona vive en la calle porque no hay recursos adecuados a sus necesidades”. He podido conocer de primera mano la labor de esta entidad, que trabaja con banca ética y tiene como objetivo último que ninguna persona tenga que dormir en la calle. Acompáñame a descubrir este proyecto.

Una alternativa a “llevar la casa a cuestas”

Arrels trabaja en tres dimensiones. Por un lado, atención a las personas, por otro, sensibilización de la ciudadanía y también propuestas dirigidas a las políticas públicas. Estas dos últimas son clave para concienciar y conseguir recursos que permitan alcanzar su meta de que nadie duerma en la calle.

¿Qué servicios ofrecen? Uno de los más utilizados es el de consigna. Consiste en habilitar una sala donde los hombres (87 %) y mujeres (13 %) que acuden puedan dejar sus pertenencias. “Son personas que llevan toda su vida, todo lo que tiene valor para ellas, en una maleta y por seguridad o por movilidad no pueden arrastrarla todo el día por la calle”, explica Ferran Busquets, el director de la Fundación.

Una maquinaria de solidaridad

Arrels cuenta con un centenar de trabajadores y trabajadoras, además de con unas 350 personas voluntarias y aproximadamente 6.000 donantes cada año. Toda esa maquinaria sirve para tener en funcionamiento un centro abierto, que ahora abre los 365 días del año, donde las personas sin hogar pueden pasar un rato, ducharse o dejar sus pertenencias. Este espacio lo dinamizan una decena de personas voluntarias que, por turnos (mañana y tarde), tratan de aliviar la soledad, una de las principales consecuencias de vivir en la calle. También hay un taller ocupacional que permite llenar de valor el tiempo y hacer que las y los usuarios se sientan útiles y en compañía.

Mientras tanto, un equipo de calle recorre la ciudad para conocer a las personas sin hogar y descubrir sus necesidades sobre el terreno. “Por desgracia, tenemos mucha más demanda que capacidad de respuesta”, asegura Ferran.

Se crea un vínculo muy potente con las personas a las que tratamos de ayudar. Muchas veces nos consideran su familia
Ferran Busquets, director de Fundació Arrels

En todo caso, Arrels gestiona 140 pisos para alojar a las personas que vienen de la calle con el objetivo de acompañarlas en su camino hacia la autonomía. También cuentan con 41 plazas en una residencia para personas con situaciones más complicadas, como problemas de movilidad o enfermedades que les impiden valerse por sí mismas.

Lo más valioso

“Se crea un vínculo muy potente con las personas a las que tratamos de ayudar. Muchas veces nos consideran su familia”, nos cuenta Ferran. En la entidad creen quetodas las personas pueden aportar algo y con esta máxima trabajan para dignificarlas. “Lo más importante es conseguir que una persona que ha logrado salir de la calle no tenga que volver, pero es muy complicado cuando ha estado muchos años en esta situación”. Es un problema que claramente afecta a la salud y “hemos comprobado que la gente que vive en la calle muere, de media, 27 años antes que la media de la población de Barcelona”.

Raíces ciudadanas para resistir

Durante 2022 Arrels visitó a casi 1.000 personas en la calle, atendió a 2.400 en su centro abierto y proporcionó alojamiento estable a 268 hombres y mujeres. Esto ha sido posible gracias al apoyo de la ciudadanía, a través de voluntariado o de donaciones.

Aún así, el año pasado la Fundación vivió una situación complicada. Como siempre que hay grandes emergencias, como en esta ocasión la guerra de Ucrania, la gente se volcó en apoyar esas necesidades y bajaron las donaciones. Además, la inflación ha hecho que los gastos de la entidad también aumentaran considerablemente.

No obstante, el director, Ferran Busquets, se muestra optimista al explicarnos que han hecho un llamamiento y la ciudadanía se ha vuelto comprometer de una forma muy significativa con esta labor imprescindible.

Puedes descubrir varias formas de colaborar con Arrels aquí.

Este proyecto demuestra que si se unen fuerzas hay mucho que se puede hacer para tener un claro impacto positivo en la sociedad, por ejemplo, en este ámbito. Triodos Bank financia a la de Fundació Arrels y otras organizaciones que ponen a las personas y su bienestar en el centro de su actividad.

Fotos | Carrusel: Juan Lemus/Arrels Fundació | Foto principal: Sílvia Fernández

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