Dicen que la expresión “hablar en plata”, es decir, hacerlo sinceramente y sin tapujos tiene su origen en el trabajo artesano para obtener con toda pureza este metal empleado, entre muchas otras cosas, como dinero.

Con la emergencia climática sobre nuestras cabezas y a días de la Conferencia de Naciones Unidas sobre el Clima de Glasgow (COP26), es hora de hablar “en plata” sobre el clima. Se acabaron las excusas para no abordar de forma clara la relación entre el dinero y el cambio climático y, sobre todo, para transformarla con rapidez.

Hablar en plata significa decir que la aportación de la banca a esta crisis no es solo financiar actividades verdes, sino sobre todo dejar de hacerlo en actividades contaminantes. Resulta injustificable que, en medio de un coro permanente sobre “sostenibilidad” e "inversión responsable", siga adelante la financiación del petróleo y otros aceleradores del cambio climático.

Según el Acuerdo de París, para mantener la temperatura del planeta en márgenes seguros hace falta una inversión de más de 10 mil millones de euros en la transición energética, la mayor parte procedente de los bancos (50-90 %).

Hablar en plata es también recordar públicamente que todos los esfuerzos son pocos. Las iniciativas positivas no deberían ser neutralizadas por un statu quo que no termina de cambiar. “No se puede arreglar el clima sin arreglar las finanzas”, nos recuerda de forma oportuna la Alianza Global para una Banca con Valores -de la que formamos parte junto a otras 66 entidades financieras de todo el mundo- con motivo del próximo Día internacional de la banca con valores (3 de noviembre).

Qué hacemos por un cambio estructural

Para la transformación que necesitamos no sobra nadie y siempre conviene empezar por uno o una misma. Desde 1986 hasta hoy, Triodos solo promueve las energías limpias en la Unión Europea y en todo el mundo (también en países en vías de desarrollo) y creemos que es el momento de ir más allá en todos los ámbitos. A eso responde, por ejemplo, el enfoque exigente de Triodos Investment Management (T-IM), la gestora de fondos del grupo, en el sector textil. “No invertimos en compañías con un modelo de negocio basado en un ritmo elevado de producción por temporadas, grandes volúmenes y desecho de las piezas”, explican en su reciente documento de posición “Vestirse por el cambio”. Por el contrario, T-IM invierte en firmas que acrediten una producción sostenible o una estrategia clara de transición en términos de productos con durabilidad, procesos sostenibles y propósito social de las compañías a largo plazo.

En este mismo sentido, y porque la energía es el mayor causante del efecto invernadero (70 % de las emisiones globales), incorporamos un enfoque nuevo y transformador a nuestra financiación de renovables (18,1 % de los fondos bajo gestión), la partida más grande de nuestra cartera de préstamos e inversiones. Hasta ahora hemos ofrecido sobre todo financiación a proyectos de generación de renovables de tamaño medio. Y continuaremos haciéndolo, pero no es suficiente para mitigar la emergencia climática.

De financiar energía verde a impulsar la energía distribuida

Para poner el foco en financiar la transición energética sin ambages, vamos a reforzar nuestra financiación a iniciativas de producción y consumo distribuidos de energía limpia como el autoconsumo de renovables a nivel particular, colectivo y por parte de las empresas. Como decíamos en nuestro documento de posición sobre Energía y Clima (2019), “hemos añadido a nuestra meta de financiar energía verde la de aumentar la flexibilidad de nuestro sistema energético”.

A día de hoy, con la energía día sí y día también en los informativos, es aún más evidente la importancia social de aumentar la resiliencia de nuestro sistema, incrementada todavía más por la necesaria electrificación para caminar hacia un modelo energético sostenible. Pero en Triodos Bank no queremos hacerlo de cualquier manera. Aún existen muchas ubicaciones óptimas para la instalación de renovables -la mejor de todas, los tejados de viviendas y empresas- por lo que evitamos promoverlas en zonas donde generen una problemática medioambiental o que sean propiedad de negocios dañinos para las personas o el entorno.

Hablamos “en plata” y lo demostramos con hechos: creemos en la democratización de la producción de la energía renovable y la promovemos. Por muchos motivos, pero sobre todo porque es fundamental para reducir las desigualdades y el apoyo de la sociedad es imprescindible para completar la transición.

En Triodos Bank fuimos pioneros en invertir en renovables, con la creación en los años 80 de fondos de inversión especializados que constituyeron la primera financiación de energía eólica por parte de un banco en Países Bajos. También apoyamos de forma decidida un modelo de energía verde distribuida, como demuestra nuestra colaboración con instaladores especializados. Y lo realizamos con una valoración ambiental global.

Si tú también piensas y hablas "en plata", te animo a dar un paso adelante desde el conocimiento crítico y, sobre todo, con la acción. Ya sabes que el sector financiero puede contribuir decisivamente a combatir la emergencia climática, por ti y por las generaciones que vienen detrás. ¿Eres parte del cambio?

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