Dice la Organización Mundial de la Salud (OMS) que España es el segundo país más ruidoso del mundo, por detrás de Japón. Alrededor de 9 millones de personas soportan sonidos indeseados por encima de los 65 dB recomendados por la OMS, de los cuales el 80% proceden del tráfico, como se desprende del III Informe Ruido y Salud DKV – GAES, elaborado en colaboración con ECODES. Numerosas entidades trabajan para reducir la generación de ruido en las ciudades o paliar sus efectos.

Imagina escuchar a los pájaros mientras caminas por calles concurridas por el tráfico o hablar con tu compañero sin alzar la voz mientras paseas”. Carlos Sotelo es el director de Scutum, una empresa que “nació con la misión de fabricar un escúter eléctrico para mejorar la calidad de vida en las ciudades”. Este emprendedor, con amplio bagaje en el sector de las motocicletas, comenzó su proyecto en 2011 con el desarrollo de su primer modelo, S02, que ya circula por las calles de medio mundo sin lastimar los oídos de los viandantes.

Del mapa sonoro al silencioso

Scutum trabaja ahora, con financiación ética, en una segunda versión para un público particular, ya que la primera se definió para cubrir las necesidades de flotas profesionales. La idea es avanzar en el cambio del mapa sonoro de las ciudades y cuidar de la salud de sus habitantes. “El estrés derivado del ruido en las ciudades desaparecería, los beneficios son muy relevantes”.

Estos beneficios van más allá del estrés. El informe sobre ruido y salud especifica que, por ejemplo en Madrid, la contaminación acústica eleva en un 5% las probabilidades de sufrir ingresos hospitalarios por urgencias y hace crecer la mortalidad por causas cardiovasculares y también respiratorias (un 6,6% y un 4% respectivamente).

Las estadísticas indican, incluso, que un aumento de 0,5 dB nocturnos está relacionado directamente con un incremento del 4% en muertes por diabetes. Los efectos negativos también se dejan ver en el peso de los recién nacidos, el crecimiento del índice de prematuros o injerencias en la comunicación oral, el rendimiento académico, el aprendizaje o el deterioro cognitivo de los niños. Y la lista de consecuencias nocivas continúa.

“En Scutum queremos acelerar el cambio hacia una movilidad 100% sostenible y sensibilizar de los problemas derivados en gran parte por el tráfico rodado”, confiesa Sotelo, “así como fomentar el uso del vehículo eléctrico de dos y tres ruedas”. Para él, el futuro está claro: “En unos años, ya libres de contaminación y ruidos molestos, miraremos atrás y no nos creeremos lo que les hacíamos a las ciudades”. Su marca, por cierto, cambiará en breve de Scutum a Silence como declaración de intenciones.

Y sobre las infraestructuras, ¿qué?

Acusmed, consultora acústica y medioambiental asturiana, lleva casi 15 años silenciando las ciudades aunque en su caso, en vez de actuar sobre los vehículos se preocupan por adecuar las infraestructuras. Entre sus innovaciones más importantes se encuentra el uso de “curvas isófonas” para la elaboración de mapas sonoros. Mediante esta técnica “modelizamos situaciones acústicas y establecemos, o predecimos, niveles sonoros de carreteras, vías ferroviarias o zonas industriales”, explica Pedro Luis Menéndez, director de la compañía, también cliente de Triodos Bank.

Conocer de antemano estos datos permite, por ejemplo, modificar diseños para mitigar deficiencias en materia acústica o tomar medidas más efectivas si ya se han plasmado sobre el terreno. ¿Qué se puede hacer? “Actuar sobre el foco, como con el uso de asfaltos y pavimentos más silenciosos o la imposición de limitaciones de velocidad, o aislar gracias a barreras acústicas”. El responsable de Acusmed también habla de una tercera solución: “Trabajar sobre los receptores colocando ventanas especiales o aislando fachadas. Es lo que se ha hecho por ejemplo en zonas cercanas al aeropuerto Madrid-Barajas Adolfo Suárez”. La tercera vía, en todo caso, siempre resulta más compleja de gestionar.

Además de colaborar con empresas e instituciones, Acusmed se involucra con la sociedad de otra manera: convoca concursos dirigidos a estudiantes para “idear una comunidad sostenible”. Alumnos de Bachillerato y FP presentan sus proyectos, optan a un premio y, de paso, se conciencian sobre la necesidad de construir el futuro con la salud y el medio ambiente como pilares básicos.

Murcia contra el ruido

Existen dos ejemplos que pueden convertir Murcia en un paradigma en la lucha contra la contaminación acústica y, ya puestos, también contra la emisión de gases dañinos para el medio ambiente.

Ecomensajeros es uno de ellos, una empresa de transporte que realiza los envíos de “última milla” en bicicleta. “Todos los años le damos una vuelta al mundo, incluyendo nuestros desplazamientos sobre dos ruedas al centro de trabajo”, responde Carlos López, uno de los responsables de la empresa, cuando se le pregunta por su actividad en términos de kilometraje. “Desde 1996 hasta la fecha, Ecomensajeros ha evolucionado desde unos jóvenes con ganas de cambiar el mundo hasta unos viejóvenesque quieren prestar un servicio de calidad fieles a nuestros principios, apostando por una ciudad con menos ruidos, menos partículas contaminantes y menos emisiones”.

En su universo, la sostenibilidad se convierte en punto de encuentro. “Todos nuestros clientes muestran una sincera preocupación por el medio ambiente y por la situación de nuestra ciudad al respecto”, aclara López. Desde su experiencia, la apuesta medioambiental “requiere de una inversión que a veces es complicada en un sector en el que el precio, el plazo de entrega y la franja horaria actúan como prioridad”. Pero cada vez se aprecia más un “espíritu renovado” impulsado por el hecho de que la ecología “haya pasado de ser una rama científica a convertirse en una cuestión política y social”. Otras iniciativas en el resto de España aportan su grano de arena a la sustitución de vehículos de reparto a motor en las ciudades. Es el caso de AD Bikers, capitaneada por Bilintx Knörr, con presencia en el País Vasco, Granada y la Costa del Sol y que agrega a su oferta de servicios el transporte de personas con bicitaxis.

Estos ecorrepartidores comparten las calles con otras bicicletas. En el caso de Murcia, las del servicio público de alquiler gestionado por MuyBici. Su proyecto, que como el anterior también hace uso de la banca ética, se traduce en 600 bicicletas disponibles en 60 estaciones con 1.200 puntos de anclaje, algunos con servicio de recarga de bicicletas eléctricas.

El ánimo de la iniciativa es el de pertenecer a un movimiento más amplio que abarque, además de la movilidad de las personas, la eliminación de ruidos y contaminación provocados por el tráfico, el ahorro energético, la seguridad vial, la prevención de accidentes y la planificación territorial y urbanística. A día de hoy, los 28.460 km recorridos por sus bicicletas se suman a las vueltas al mundo realizadas por las de Ecomensajeros para restarle protagonismo al motor en las calles de la ciudad.

Estos son solo algunos ejemplos de iniciativas que piensan y actúan para eliminar el ruido que el tráfico provoca en las ciudades, pero existen muchas más. Puede compartir en la zona de comentarios de este artículo qué se hace en su localidad para que no se desboquen los decibelios.