Recién llegado de los Juegos Paralímpicos de Londres en el momento de esta entrevista, Alberto Durán no escatima en elogios hacia los deportistas. “Son un ejemplo y fiel reflejo de los otros millones de personas con discapacidad que en todo el mundo rompen barreras, también mentales, corren, saltan obstáculos y en su anonimato diario no reciben ninguna medalla”.

Durán entiende de barreras. Él mismo sufre una grave discapacidad visual desde su nacimiento, que le llevó hace 25 años a afiliarse a la Fundación ONCE. Lo que no sabía es que gran parte de su vida profesional iba a estar vinculada también a esta organización, donde comenzó a trabajar en 1996 en el Grupo Fundosa, la división empresarial de la Fundación ONCE. “En estos años he sido testigo de una vertiginosa transformación y adaptación a un entorno que también ha cambiado: las nuevas herramientas tecnológicas de trabajo de los 20.000 vendedores de la ONCE con discapacidad, los casi 80.000 empleos para personas con discapacidad que se han promovido desde la ONCE y su Fundación, el crecimiento de las empresas del grupo…”.

Éxito empresarial

Alberto Durán es presidente de los grupos empresariales Fundosa y CEOSA, que integran a varias empresas dedicadas a servicios muy diversos y orientadas a crear empleo para las personas con discapacidad.¿Cuál es el secreto para que crezcan cada año?

“Que estamos aquí para quedarnos, para cumplir un fin que en tiempos de crisis se aleja un poco más. Y que nuestra motivación no decrece por que disminuyan las perspectivas de beneficios. Tenemos la fuerza que nos da la causa y la causa nunca ha sido más necesaria ni más justa, la sociedad nos necesita más que nunca”.

Parece inevitable hablar de la crisis y de cómo afecta al sector. “Hay menos recursos públicos, los apoyos procedentes de las obras sociales de las cajas han disminuido enormemente, el despliegue de la dependencia se frena, las ayudas destinadas a promover el empleo se reducen y hay una disminución importante de las ayudas públicas para la creación de infraestructuras accesibles. En definitiva, se corre el riesgo de desmantelar las palancas que podrían garantizar una igualdad de trato real sobre la base de una discriminación positiva”, observa.

Nuevo panorama

Durán se mueve a diario en el ámbito de la economía social, el sector de las fundaciones y el sector social organizado. Desde esta amplia perspectiva, ¿qué nuevo panorama se dibuja para el sector?

“Hay apoyos públicos innegociables, porque nos jugamos la dignidad más básica de las personas con una discapacidad y sus familias. En paralelo, las entidades de la discapacidad deben hacer una reflexión profunda sobre la puesta en común y racionalización de servicios. Tenemos que aprender a planificar sobre la cruda realidad y menos sobre el voluntarismo que, por otro lado, ha sido el secreto para desplegar tanta acción con recursos claramente insuficientes. Pero ahora hay que cambiar los esquemas de funcionamiento”.

En este proceso de cambio, destaca la importancia de crear red entre las organizaciones de la economía social. “Desde los poderes públicos se debe dar interlocución efectiva a todos estas organizaciones, que bien coordinadas y escuchadas, pueden cumplir en estos momentos un papel fundamental como red de protección de los más desfavorecidos, como creadoras y mantenedoras de empleos y como vectores de una recuperación económica y de bienestar social”, concluye.

ALBERTO DURÁN LÓPEZ

Nacido en Ferrol en 1969 es licenciado en Derecho por la Universidad de Navarra y MBA por el IESE.Comenzó en 1996 su carrera profesional en la ONCE, donde ha ocupado diversos puestos de responsabilidad. Actualmente es presidente ejecutivo de la Corporación Empresarial ONCE (CEOSA), vicepresidente 1º ejecutivo de Fundación ONCE y presidente ejecutivo del Grupo Fundosa. Es también miembro del Consejo Estatal de la RSE en representación del Consejo Nacional de la Discapacidad y secretario general del Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI).

Texto: SONIA FELIPE LARIOS | Foto: OTRA TOMA