Por coherencia con la labor fundamental de Triodos Bank, que es contribuir a una mejora de la sociedad a partir de un uso más responsable del dinero de nuestros clientes, también cuidamos con especial atención el resto de los aspectos vinculados con nuestra actividad.

En el caso de las tarjetas bancarias que ofrecemos, fuimos pioneros en nuestro sector en buscar opciones con menor impacto ambiental. Así, introdujimos de forma novedosa tarjetas fabricadas en PLA (poliácido láctico) y es un 86 % biodegradable. El fabricante lo acredita en base a pruebas de laboratorio de adecuación del producto a las normativas internacionales aplicables. De este modo, se materializa la voluntad que indicábamos de reducir en todos los casos el potencial impacto ambiental de las tarjetas. Por ello, se utiliza también un material con otras ventajas, como una menor presencia de metales pesados que las tarjetas convencionales. Al mismo tiempo, es importante asegurar la necesaria resistencia del material para su uso cotidiano como medio de pago.

Desde la introducción de esta novedad en nuestro sector, seguimos trabajando para, por un lado, actuar con estándares de responsabilidad ambiental elevados y acordes con nuestra propuesta de banca y, por otro, cumplir con la evolución de la normativa de gestión de residuos.

Por ello, en la actualidad informamos también del tratamiento necesario para el residuo tras la vida útil. Dado que las tarjetas contienen un chip y una banda magnética, se les consideran un aparato electrónico, por lo que ofrecemos dos opciones a nuestros clientes: llevar la tarjeta a un punto limpio -cortando chip y banda magnética, por seguridad- o bien enviárnosla del mismo modo en sobre prefranqueado (disponible en nuestra web) a Triodos Bank, tras lo que las entregamos a un gestor de residuos especializado.