“Entonces pensé en lo bien que podríamos vivir, por eso decidí dedicarme a mejorar el entorno”, explica Albert Sorolla, paisajista y director de Naturalea. “La restauración tiene lugar en espacios degradados de forma natural o por la acción humana”, añade Albert Bestard, que también trabaja con el paisaje desde AB Paisatgistes.

El diseño de la restauración de ríos y rieras, de localizaciones mineras o con infraestructuras y espacios con problemas de erosión o incendios ocupa a estos profesionales de la bioingeniería. “Se trata de una alternativa a la ingeniería clásica para solucionar problemas de convivencia con la naturaleza sin renunciar al paisaje y, poco a poco, forma parte de cualquier obra”, explica Sorolla.

Un paisaje sano es el resultado de una comunidad sana
Ricardo Colmenares, ecólogo y director de la Fundación Triodos
1 de 3 > Imagen previa a un proceso de restauración en una riera de Sant Cugat del Vallès, (Barcelona)

“Un empujón” a la naturaleza

¿Tiene sentido intervenir? En todo caso, “hoy es difícil concebir un paisaje que no esté tocado por el hombre, aunque solo sea por el aire o la lluvia, que arrastran componentes de nuestra actividad”, indica Ricardo Colmenares, director de la Fundación Triodos. Este ecólogo, centrado en la financiación de proyectos medioambientales durante su trayectoria en Triodos Bank, subraya la importancia de actuar en positivo: “Un paisaje sano es el resultado de una comunidad sana”.

“Cuando detienes la causa de la degradación y sientas las bases para que la naturaleza continúe su camino, le das un empujón para que se reconstruya por sí misma”, detalla Bestard.

Como ejemplo, cita una actuación en una riera del entorno urbano de Sant Cugat del Vallès, Barcelona, que “el ciudadano veía como un entorno degradado y donde algunos incluso tiraban botellas”. Según el especialista, la eliminación de plantas invasoras, recuperando la vegetación autóctona, y las obras para favorecer una circulación más suave del agua evitando su acumulación han cambiado la percepción ciudadana y quizás también algunas actitudes. “Ahora el lugar se valora más y se ven menos residuos”.

Cuando detienes la causa de la degradación y sientas las bases para que la naturaleza continúe su camino, le das un empujón para que se reconstruya por sí misma
Albert Bestard, AB Paisatgistes

Beneficios ambientales, sociales y económicos

2 de 3 > Proceso de restauración en la riera

Restaurar reduce los efectos de las trombas de agua, afronta plagas, aumenta la biodiversidad, incide en la calidad del agua y en reducir sus costes de depuración o, a través de masas arbóreas, contribuye a fijar el CO2, regularizar temperaturas o reducir el impacto sonoro de las carreteras.

“El entorno ha experimentado un cambio radical en los últimos 40 años”, asegura Sorolla, que destaca la recuperación de cursos fluviales, la eliminación de vertidos periurbanos o el rescate de senderos.

“Cada vez más, cualquier ciudadano, viva donde viva y tenga los recursos que tenga, puede llegar andando, en bicicleta o en transporte público hasta un entorno natural de calidad”, explica.

Si “el paisaje es cultura” y dice mucho sobre sus habitantes, como sugiere Colmenares, nos queda mucho que ganar de la armonía entre ambos.

Cada vez más, cualquier ciudadano, viva donde viva y tenga los recursos que tenga, puede llegar andando, en bicicleta o en transporte público hasta un entorno natural de calidad
Albert Sorolla, Naturalea

INVERSIÓN EN MEDIO AMBIENTE

3 de 3 > Vista del espacio natural urbano tras la restauración

Naturalea y AB Paisatgistes han contado con financiación de Triodos Bank como iniciativas para la conservación de la naturaleza.

La inversión en proyectos y empresas del sector medioambiental representa el 53% de la cartera de crédito del banco en España e incluye sectores como la agricultura y alimentación ecológicas, el textil sostenible, la eficiencia energética, las energías renovables o la construcción sostenible.

Texto: Xavier Hervás Vigueras

Foto superior horizontal: Antes y después de la actuación de restautación de Naturalea en la riera Vallicrosa, en Sant Hilari Sacalm (Girona).