Con un 22% de los jóvenes entre 20 y 24 años de edad que ni estudia ni trabaja, España forma parte del grupo de países europeos con más ninis, según un informe de Eurostat.

Porcentaje de jóvenes que no estudia ni trabaja en Europa

También es el tercer país, por detrás de Italia y Grecia, donde más ha crecido esta proporción entre 2006 y 2015 (+9%), de forma acusada durante la crisis económica aunque con una mejoría parcial en la parte final de este periodo.

Las cifras dan una idea de problemas como la incidencia del paro juvenil en nuestro país. Pero, según los expertos, su interpretación lleva habitualmente amensajes, como el de “generación perdida, que no responden a la realidad y son perjudiciales socialmente.

Por qué no etiquetar a toda una generación

El concepto nini pretende definir de una manera abreviada a los jóvenes que ni estudian ni trabajan”, dando mayor visibilidad a esta cuestión, y “ayuda a potenciar programas para la inserción académica y laboral de los jóvenes”, nos explica Antònia López Barba, directora del Club Infantil i Juvenil Sanfeliu-Sant Ildefons, entidad de trabajo social que interviene en estos dos barrios entre Cornellà y L’Hospitalet de Llobregat (Barcelona) y organización cliente de Triodos Bank.

En el Club Infantil i Juvenil Sanfeliu-Sant Ildefons

El problema es cuando, con la expresión nini “se define a los jóvenes como personas sin interés por hacer nada” o se llega “hasta el punto de etiquetar a toda una generación”, explica López Barba.

Esta malinterpretación “se agudiza cuando el término acaba catalogando de forma negativa a los colectivos más vulnerables, siendo un elemento más de exclusión social y de desigualdad de oportunidades”, añade.

El problema es cuando se define a los jóvenes como personas sin interés por hacer nada o se llega hasta el punto de etiquetar a toda una generación
Antònia López Barba, directora del Club Infantil i Juvenil Sanfeliu-Sant Ildefons

“Quizá esta generación no estaba tan perdida como se había creído”, interpretan desde la revista Padres o nones. Lo hacen a partir del dato de que solo un 1% de los jóvenes decide realmente no estudiar ni trabajar, según el Instituto de la Juventud.

Y aún más hechos refuerzan esta visión, como que el 79% de los ninis “son parados que no están cursando ningún tipo de formación pero que sí buscan activamente un empleo”como recoge Primeras Noticias, diario de la Asociación de Prensa Juvenil, que cita datos de Asempleo y AFI.

UNA REFLEXIÓN COLECTIVA

¿GENERACIÓN PERDIDA?

Con este título, un todavía vigente trabajo de Documentos TV se hacía esta pregunta en 2011, en uno de los peores momentos de la crisis.

El documental incluye la reflexión de jóvenes, expertos y personalidades, como el escritor José Luis Sampedro, la socióloga Almudena Moreno o Joan Antoni Melé, miembro del Consejo Asesor de Triodos Bank y persona activa en la difusión de una educación con valores.

El periodista David Martín de los Santos, autor del documental, promovió también un blog homónimo con reflexiones adicionales.

“Hay poca gente joven que realmente no quiera hacer nada, no es verdad según mi percepción”, nos responde Javier López-Fando, presidente de la Asociación Miguel Fenollera, que trabaja con niños y jóvenes en los barrios de La Estrella y La Milagrosa en Albacete y también ha recibido financiación de Triodos Bank.

Los hechos y las experiencias de los expertos destierran algunos mitos. Pero, ¿qué se puede hacer en realidades como un entorno social difícil?

¿O cómo intervenir cuando hay un aparente desinterés de los jóvenes por los estudios?

1. Actuar cuando el entorno no ayuda

López-Fando explica que en la zona de Albacete donde están presentes “hay muchos chavales que por su contexto social y educativo no estudian ni trabajan, pero incluso aunque quieran estudiar lo tienen muy difícil para seguir adelante”.

Hay chicas que son apartadas de la educación para cuidar a familiares, o jóvenes que se centran en ayudar a sus familias, con pocos recursos. Trata de prevenirlo la Asociación Miguel Fenollera, promoviendo oportunidades de empleo para sus familias, entre otros.

Hay muchos chavales que por su contexto social y educativo no estudian ni trabajan, pero aunque quieran lo tienen muy difícil
Javier López-Fando, presidente de la Asociación Miguel Fenollera

En otros casos, “incluso en actividades que les gustan, como por ejemplo con jóvenes que quieren estudiar módulos de electricidad o carpintería, no se adaptan. Suelen proceder de centros donde el nivel formativo es más bajo y, cuando van a otro donde es superior, sin sus amigos y entorno, no se integran y acaban abandonando los estudios”, detalla López-Fando.

Por un futuro con mejores perspectivas, su entidad trabaja desde la raíz, “primero alejando a los jóvenes de problemas como las drogas y ofreciendo opciones de ocio alternativo y formativo”.

En este sentido, “son los propios barrios los que se transforman a sí mismos”, explica el responsable, con proyectos como el del pasado año con financiación de Triodos Bank, para formar a los propios chavales del barrio como monitores de acción social.

Actividad de la Asociación Miguel Fenollera

Desde barrios económicamente desfavorecidos del área metropolitana de Barcelona, López Barba defiende el valor esencial del seguimiento y acompañamiento a los jóvenes en foros de actividades, como en su caso el Casal Jove.

“No es un espacio juvenil para divertirse y pasar el rato, sino un lugar de maduración personal, aprendizaje, convivencia y participación. Así, se facilita una formación integral que contribuye al desarrollo de ciudadanos activos y participativos durante su transición a la vida adulta”, explica.

Para esta profesional, son clave los programas de refuerzo educativo, para crear hábitos de estudio. Junto a que todos los agentes educativos trabajen en red, destacando el uso de “la metodología de proyectos, que estimula en los jóvenes acciones de transformación, donde ellos son los protagonistas y se sienten útiles”.

2. Cambiar la aparente falta de interés por el estudio

Con independencia del entorno social, a muchos profesores y padres les preocupa cómo conseguir motivar hoy a los chicos y chicas con el estudio. O lograr que se concentren más.

El secreto de la educación, especialmente en niveles obligatorios como la educación Secundaria, consiste más en contagiar ganas que en transmitir conocimientos
Joan Vaello, profesor de Secundaria

Una posibilidad tentadora, pero estéril y exculpatoria, es afirmar que la juventud de hoy en día se ha vuelto irresponsable, inmadura y acomodada, que el problema nos es ajeno, y que las causas y las soluciones residen fuera, lejos de nuestro alcance”, escribe Joan Vaello, profesor de Secundaria y autor de Cómo dar clase a los que no quieren.

Para Vaello, “el secreto de la educación, especialmente en niveles obligatorios como Secundaria, consiste más en contagiar ganas que en transmitir conocimientos”. Además, para el pedagogo “el problema no es de déficit de motivación, sino de falta de atractivo de la oferta educativa, ante el exceso de motivación dispersa”.

Novedad para el nuevo curso sobre la pedagogía través de proyectos prácticos

Por su parte, los editores de Graó -editorial de amplia trayectoria en la publicación de libros de pedagogía y de formación del profesorado-, que ha publicado el título mencionado y que trabaja con Triodos Bank, coinciden, al igual que López Barba en el éxito del trabajo por proyectos por “elaltísimo grado de implicación y aceptación por parte del alumnado”.

Lo recoge con ejemplos reales su novedad editorial Proyectos con alma. Trabajo por proyectos con servicio a la comunidad. Obra de Xus Martín, profesora de Teoría e Historia de la Educación, defiende que “la posibilidad de intervenir en el entorno con la voluntad de mejorarlo transforma la actividad investigadora de los chicos y chicas, en la medida que da sentido a los aprendizajes”.

CONSTRUYENDO FUTURO

LA BANCA ÉTICA, LA EDUCACIÓN Y EL SECTOR SOCIAL

Proyecto del IES Joaquín Murube (Sevilla) participante en Huertos educativos ecológicos

riodos Bank, entidad centrada en otorgar financiación a los sectores social, cultural y ambiental, de acuerdo con su modelo de banca ética, tiene un amplia trayectoria de apoyo a organizaciones y proyectos de los ámbitos educativo y de la inclusión social.

+ Iniciativas educativas con financiación de Triodos Bank

+ La banca con valores y el sector social

+ Educación innovadora: el proyecto Huertos educativos, de Fundación Triodos