Se ignoraba el nacimiento de lo que hoy llamamos empresas de inserción, la creación de cooperativas en cualquier sector o la destacada sensibilidad de algunos empresarios.

Nada dura eternamente y, afortunadamente, en los últimos 10 años hemos vivido una explosión de grises. A pesar de tantas malas noticias en el telediario, recordaremos esta época como el inicio de una mezcla fascinante de lo social y lo empresarial.

De las acciones sociales cosméticas, pasamos a vincular el progreso social con el éxito del negocio a largo plazo

El blanco de las entidades sociales se impregna del negro empresarial para bien. Utiliza herramientas (inicialmente) empresariales para conseguir más impacto social, bien escalando o bien dejando de depender únicamente de financiación pública. Sea en grandes organizaciones como Unicef o en pequeñas que se alían con multinacionales.

Por ejemplo, como consultores de innovación social, desde Sinnple ayudamos a Fundación EHAS en el plan de negocio de Embarazo Saludable, un nuevo servicio de atención de embarazadas en zonas rurales de países en vías de desarrollo. A ellos, tener un modelo de negocio sólido les permite acceder a inversión y genera mucho más impacto social que con solamente la ayuda al desarrollo.

El negro empresarial se tiñe de blanco y aparecen grises oscuros. De las acciones sociales cosméticas, pasamos a vincular el progreso social con el éxito del negocio a largo plazo. H&M en moda, Intel en electrónica o Starbucks en alimentación son sólo algunos ejemplos de cómo todos los sectores están sufriendo una profunda transformación, aumentado el énfasis en la actividad con valores. Pero también afecta a pymes. Se llame Valor Compartido, Innovación Social, B Team, o simplemente defendiendo lo que debería ser la RSE.

Empresas con la mejora social como núcleo

Y, probablemente lo más sorprendente, aparecen híbridos perfectos en todos los sectores y en todas las necesidades sociales: los emprendedores sociales. Iniciativas que persiguen una mejora social desde la estructura de una empresa. Sean Grameen Bank o Triodos Bank en banca, TOMS o PeopleTree en moda o Fairphone en telefonía. No son uno ni dos. Hoy podríamos incluso cambiar a casi todos nuestros proveedores por empresas sociales.

Hoy, podríamos incluso cambiar a casi todos nuestros proveedores por empresas sociales

Los desplomes de fábricas en Bangladesh o los vertidos de petróleo, seguirán en los medios. Pero se está produciendo una auténtica revolución provocada no solo por ONG sino por consumidores, inversores o empresarios. El momento es ahora y podemos tomar parte en él.

ÍÑIGO BENEDICTO

ÍÑIGO BENEDICTO

INGENIERO INDUSTRIAL, BENEDICTO ES COFUNDADOR DE SINNPLE, CONSULTORÍA EN INNOVACIÓN SOCIAL. DESDE ESTA EMPRESA, TRABAJA PARA AYUDAR A EMPRESAS Y EMPRENDEDORES A UNIR RENTABILIDAD E IMPACTO SOCIAL.